¿Sientes frustración y enojo al proponerte realizar alguna tarea u obtener algún resultado y luego notar que hiciste justamente lo contrario a lo que te proponías hacer?
¿Experimentas la sensación de poseer un enemigo interno que boicotea tus más sinceras intenciones?
Aunque muchas veces se siente como un “problema de personalidad”, lo cierto es que la causa tiene un origen más práctico y simple de solucionar.
La causa del problema es la diferencia que hay entre QUERER hacer algo y PODER HACER ese algo. Dicho de otro modo tu mente consciente tiene metas mientras que tu mente inconsciente tiene programas y esos programas inconscientes apuntan hacia una dirección diferente de la de tu meta.
Y para solucionar este problema es necesario actualizar los programas inconscientes para que puedan alinearse a tu propósito. Vamos a ello.
Tu mente inconsciente no está diseñada para que seas feliz
¿Cómo se explica esto? Así es, tu mente inconsciente no está diseñada para que seas feliz Tu mente inconsciente está diseñada para que sobrevivas. Y funciona de modo automático utilizando los programas que tiene para cumplir su función.
Por ejemplo, si una partícula extraña penetra en tus fosas nasales se puede producir el estornudo y aunque tal vez te encuentres en un lugar donde no quisieras estornudar, lo cierto es que estornudar tiene la función de expulsar esa partícula extraña y así protegerte de un posible daño. De manera que se produce el estornudo.
Hay otras conductas tales como comer de más, procrastinar, perder tiempo en redes o mirando TV, entre otras, que pueden tener como propósito evitar el dolor que se experimenta cuando no sabemos cómo hacer algo u organizarnos para hacerlo. Así de sencillo. La mente inconsciente ayuda del mejor modo que puede de acuerdo con los programas que tiene en el momento.
Entonces el propósito de tus programas inconscientes es protegerte de lo que percibe como doloroso o dañino para ti.
Entonces, es importante reconocer que tener una mente inconsciente que aprende de modo consistente a protegerte de lo que te puede dañar, más allá de ser un problema, es algo que puede considerarse afortunado, pues evita que estemos en alerta constante al disponer de un sistema fiable que se ocupa de ello “en segundo plano”.
Sin embargo, los resultados que obtienes no son los que necesitas cuando tu mente inconsciente utiliza un programa que no es el adecuado para ese momento. Entonces, ¿cómo resolver este problema?
1. Aprecia el propósito positivo detrás de la conducta o la emoción que quieres cambiar.
Una vez has comprendido que tu mente inconsciente es una aliada en lugar de una enemiga, puedes apreciar este hecho. Es como tener un aliado con quien puedes contar. Pues una vez que cuente con los programas adecuados y estos estén debidamente armonizados con nuestro propósito consciente, podemos confiar y permitirnos fluir con espontánea efectividad. ¿No es maravilloso?
2. Ponte en modo CURIOSIDAD.
A fin de adquirir una más amplia y útil perspectiva acerca de lo que considerabas un problema y que ahora comienzas a considerar una oportunidad para aprender más acerca de ti puedes comenzar a realizar preguntas de indagación tales como:
• ¿Cuál podría ser el propósito o la intención positiva detrás de esta conducta/emoción?
• ¿Este propósito es válido o útil en mi vida ahora?
• Si el propósito es válido en mi vida ahora, ¿De qué otros modos podría satisfacerse ese propósito que, al mismo tiempo, fueran provechosos para las demás áreas de mi vida?
• ¿En qué otra área de mi vida podría experimentar más profundamente este propósito?
3. Ponte en modo soñador… y consúltalo con la almohada
Cada vez que te haces preguntas con la intención de encontrar soluciones estás abriendo tu arsenal de creatividad. El cerebro está diseñado para encontrar respuestas a tus preguntas.
Y un momento muy poderoso para conseguir respuestas es justamente el momento en que te vas a quedar dormido. Porque este es el momento en que la mente inconsciente entreabre sus puertas y es susceptible a permitir el establecimiento de nuevos programas.
Mientras tu mente consciente duerme la mente inconsciente, que no conoce límites y que además nunca duerme se encuentra libre para explorar y encontrar respuestas y soluciones que pueden sorprenderte al notar cómo en la medida en que va pasando el tiempo vas volviéndote más espontáneo y natural y lo que solías llamar auto sabotaje ha pasado a ser un asunto de la historia.
En conclusión: la mente inconsciente es tu amiga y puedes utilizarla a tu favor.
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