¿Realizas una función ejecutiva en tu empresa y estás experimentando desorganización y con desequilibrio entre tu vida profesional, la familia y tu autocuidado?

¿Desempeñas una función directiva en tu empresa y sientes que no todos los departamentos y funcionarios “reman” en la misma dirección y existe desenfoque entre propósito, tareas, políticas y desempeño?

No estás solo.

Con mucha frecuencia ocurre que los funcionarios se desempeñan en una especie de niebla dentro de la cual se funden y se confunden los roles que desempeñan con la persona que son.

La causa de todo ello es la ausencia de una percepción clara de la vida individual y su propósito y una confusión entre quién se es y la función que se realiza. En este caso pareciera que el personaje se traga a la persona.

La solución consiste en esclarecer tu papel central en tu vida como administrador de todos tus roles y compromisos con propósitos claros en cada uno de ellos y modos prácticos y sencillos de definirlos y llevarlos a cabo.

Se requiere un cambio de percepción y de mentalidad para facilitar la transformación perdurable.